Si usted lee mucha información nutricional en las redes sociales, puede que haya encontrado el término «Nutribabble» algo así como datos que no son respaldados científicamente. Esta expresión se acuñó para describir la desinformación que a menudo se presenta como un hecho, la cual vemos todos los días en los titulares alrededor del mundo.
Para los profesionales de la nutrición entrenados en el análisis de trabajos de investigación, ver la verdad detrás de los titulares es parte del trabajo. Para cualquier otra persona, puede ser casi imposible saber qué creer.
Cada semana, las noticias del mundo de la nutrición parecen contradecirse: primero son las grasas las que son malas para nosotros, luego son los carbohidratos, y luego vuelven a ser las grasas… ¡ya se imaginará!
Para facilitarle las cosas, a continuación, hay un par de puntos que debe tener en cuenta al leer un estudio, para que pueda determinar si vale la pena preocuparse o no.
Considere otros estudios
A menudo, son los estudios sensacionales los que acaparan los titulares, aquellos que parecen desafiar todo lo que sabemos sobre un alimento o nutriente específico. Aunque estos estudios pueden ser interesantes, piense en el panorama general. Si tenemos una gran cantidad de estudios que muestran que comer verduras es bueno para nosotros, entonces un estudio que argumente lo contrario probablemente no merece una segunda mirada. En este caso, generalmente, la mayoría manda.
Estudios en animales y estudios in vitro
Los estudios en animales son la base de mucho de lo que sabemos en ciencia hoy en día, sin embargo, a menudo, los resultados de los estudios en animales no se aplican a los estudios en humanos. De manera similar, los estudios «in vitro», que son estudios realizados en tubos de ensayo, solo nos pueden dar una idea de los posibles mecanismos que podrían ser dignos de investigarse más a fondo. Lo que sucede en un tubo de ensayo o en una rata no es lo que sucede en el cuerpo humano, por lo tanto, no sería aconsejable cambiar su dieta basándose en estos estudios.
Diseño del estudio
Algunos estudios se consideran más robustos que otros. Los ensayos controlados aleatorios se consideran las mejores formas de estudios, ya que miden cómo un cambio particular impacta un resultado específico. Estos son difíciles de realizar en investigaciones nutricionales, ya que muchos resultados de salud ocurren a lo largo de los años, y llevar a cabo un estudio durante varios años es demasiado costoso para la mayoría de los grupos. Por esta razón, muchos estudios de nutrición tienden a ser estudios observacionales. Estos son un tipo de estudio en el que se observan a individuos o se miden ciertos resultados, sin tratar de afectar el resultado.
Si el estudio fue observacional, entonces cualquier hallazgo observado es solo eso: observaciones. No se pueden utilizar para probar la causalidad. Por ejemplo, solo porque un estudio encuentre que beber café está asociado con un riesgo aumentado de muerte, no significa que aumentará su riesgo de morir a una edad más joven bebiendo más café. Significa que los investigadores observaron una tendencia donde las personas que bebían más café morían antes. Esto también necesita ser controlado, ya que podrían ser otros factores los que han causado esta conexión. Por ejemplo, puede ser que las personas que bebían más café también tenían más probabilidades de fumar, lo cual puede ser la razón por la que parecen morir más jóvenes. Muchos de los titulares que ve en los medios se generan a partir de estudios observacionales y pueden presentar dificultades ya que los medios a menudo sensacionalizan los hallazgos para generar interés público. Aunque estos estudios son interesantes de notar, trate de ver si profesionales de la salud han sido citados en el estudio, como médicos o dietistas. Ellos suelen ser más independientes y pueden esbozar el beneficio real de los hallazgos del estudio.
Tamaño de la muestra
Si un estudio tiene un pequeño número de personas, menos de 30, proceda con cautela, ya que un grupo pequeño es menos representativo de toda la población.
Reporte de la dieta
Un problema enorme con la investigación nutricional es determinar qué comen realmente las personas. Es bien sabido que muchas personas informan menos de lo que comen cuando se trata de estudios dietéticos, ya sea porque genuinamente olvidan lo que han comido o por otras razones, como el miedo a ser juzgados. Sin embargo, muchos estudios grandes dependen de que las personas recuerden y reporten verazmente lo que comieron durante un largo período de tiempo, lo cual es difícil. Esto significa que sacar conclusiones de sus reportes es más difícil. Los estudios de alimentación controlada son más precisos, ya que en estos casos la comida es preparada por los investigadores, y el consumo se mide.
Financiamiento del estudio
Siempre se ha mantenido el argumento de que la investigación es costosa de llevar a cabo, y a menudo son los gigantes de la industria quienes financian los estudios. Aunque los investigadores deberían ser independientes, si nota que un grupo con intereses creados ha financiado el estudio, vale la pena mirar un poco más profundo.
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