Los pepinos son parientes de los melones. Se cultivan en todo el mundo y se utilizan para algo más que los encurtidos, se utilizan en ensaladas y otros guisos, ¡incluso en el curry!

Crecen en una enredadera de flores amarillas que puede trepar alrededor de un marco, un enrejado o incluso en el interior, alrededor de una ventana soleada. Los pepinos vienen en todos los tamaños y formas. Desde pequeños pepinillos, pasando por pepinos de manzana redondos y pepinos persas oblongos de tamaño mediano; hasta los largos y elegantes pepinos ingleses casi sin semillas que agregan un sabor suave, fresco y crujiente al tradicional sándwich de pepino de la Gran Bretaña.

Aunque los pepinos ahora se cultivan durante todo el año, originalmente son una fruta de verano. Los pepinos son bajos en calorías y ricos en fibra, sobre todo si se les deja la piel. Su alto contenido en agua los hace fabulosamente hidratantes comidos crudos en ensalada. Añadir rodajas de pepino al agua fría, agrega un gran sabor fresco que puede ser realmente útil para aquellos que presentan cambios en el gusto como resultado de la quimioterapia. Una desventaja es que algunas personas encuentran que la cáscara es difícil de digerir, pero eso se resuelve fácilmente al removerla.

Consejos del chef:

Busque pepinos verdes, sin manchas y que sean firmes. Deseche los que tengan manchas blandas o amarillas. Los pepinos se cosechan inmaduros y verdes, por lo que su color es importante, ya que se vuelven amargos cuando están maduros. Se mantendrán bien en el refrigerador durante 3-4 días, pero una vez cortados, su alto contenido de agua hará que se llenen de moho rápidamente, incluso si las partes sin cortar están selladas al vacío; así que manténgalos bien vigilados.

Son excelentes en ensaladas como nuestra ensalada tradicional de eneldo de pepino que es ideal con salmón, en una sopa fría de pepino y bayas de trigo o como un bocadillo en tostadas con garbanzos o como un refrescante raspado de pepino perfecto para una boca adolorida.