Grasa: Amigo o Enemigo

Por Esther Trepal

Es hora de visitar a esa vieja conocida que ha sido víctima de mucha prensa negativa. Hablo de la grasa.  

Junto a los carbohidratos y proteínas, la grasa es uno de los principales nutrientes humanos de los alimentos. Juega papeles importantes en la promoción y prevención del cáncer. Mucho del tipo equivocado y/o muy poco del correcto son promotores del cáncer. Usted querrá lograr el balance correcto entre las grasas buenas y las grasas malas.

Primero, las buenas noticias 

En el tope de la lista de grasas buenas están las grasas omega 3. Muchos estudios han confirmado su papel beneficioso en prevenir la muerte por enfermedad cardiovascular, pero también se les conoce por reducir la inflamación. Esto es importante debido a que el cáncer se asocia con la inflamación – ya sea como iniciador o algo que alimenta el «fuego dañino» del cáncer. Reducir la inflamación ayuda a reducir el crecimiento de tumores y del cáncer en general. Algunos estudios han demostrado que la inflamación promueve el flujo sanguíneo a los tumores, aumenta la permeabilidad de la pared externa de los tumores, libera factores que ayudan al crecimiento de los tumores y debilita el sistema inmune. Reducir la inflamación también puede ayudarle a tolerar tratamientos convencionales como la radiación. También, los estudios recientes han demostrado una conexión entre la inflamación y la caquexia, una pérdida severa de peso relacionada al cáncer.

Las grasas Omega 3 se conocer como un nutriente esencial porque no se producen en el cuerpo, así que debemos obtenerlas de nuestros alimentos. Hay muchos tipos de grasas omega 3, y se encuentran tanto en fuentes animales como vegetales. Las formas más efectivas son el ácido docosahexaenoico y el ácido eicosapentaenoico, comúnmente conocidos como DHA y EPA. Se encuentran en peces de agua fría, específicamente en salmón salvaje (fresco o enlatado), atún, sardinas y caballa.

La forma de la mayoría de las fuentes vegetales es el ácido alfa-linolénico, o ALA. Para ser efectivo, sin embargo, debe convertirse en DHA o EPA, un proceso que no es muy eficiente. Las plantas ricas en ALA incluyen las semillas de linaza, semillas de chía, y nueces. Una fuente alternativa vegetal es el cáñamo, que se convierte más fácilmente a DHA o EPA. Sin embargo, es importante notar que los hombres con cáncer de próstata deben prevenir grandes cantidades de ALA, ya que puede promover ese tipo de cáncer. Como la vida, el cáncer es complicado.

Una Ciencia de Cohetes Pequeña 

Los omega 3 son más efectivos cuando se balancean con grasas omega 6. Estas dos grasas se compensan la una a la otra, de manera sana. Mientras que las omega 3 reduce la inflamación y la coagulación de la sangre, las omega 6 hacen lo contrario. Ambas actividades son necesarias. Sin embargo, nuestras dietas tienden a tener mayor cantidad de grasas omega 6, de acuerdo a algunos estimados de estudios, por un factor de 11-1. La tasa recomendada es 2-4 a 1, omega 6 a omega 3. Las grasas omega 6 se encuentran en aceites vegetales, incluyendo el maíz, soya, girasol y cártamo. También puede buscarlas en muchos productos comerciales, como la mayonesa, aderezos para ensaladas, galletas y productos horneados.

La recomendación general es ingerir al menos dos porciones de 4 onzas de peces de agua fría por semana, y reducir el consumo de aceites omega 6. El mejor aceite para cocinar es el aceite de canola, que tiene una de las mejores tasas omega 6/omega 3. Le sigue de cerca el aceite de oliva porque es bajo en contenido de grasas omega 6.

Ahora las malas noticias 

En el lado negativo está la grasa saturada encontrada en productos animales, especialmente la carne roja y los lácteos completos. Note que la carne roja incluye carne de res, cerdo y oveja – ya sea procesada o fresca, o en cortes fríos. De acuerdo a ciertas fuentes, la grasa saturada promueve el cáncer ya que interfiere con la detoxificación, suprime el sistema inmune y causa daños de antioxidantes. Hay un posible vínculo entre la grasa saturada y el cáncer de próstata y de seno post-menopáusico. Muchos estudios han mostrado una posible relación entre el cáncer colorrectal y la grasa animal encontrada en la mantequilla y manteca de cerdo.

¿Cuánta grasa? 

Las dietas altas en grasa muestran un incremento en el riesgo de cáncer de pulmón, colorrectal y de seno post-menopáusico. Para una salud general, la recomendación es mantener las grasas a menos de 30% de calorías totales en el día. Pero para los que combaten el cáncer, el objetivo es más cercano a 25%.

Para alguien que consume 1.600 calorías al día, eso significa alrededor de 400 calorías, o 45 gramos de grasa, al día. A 1.800 calorías, hay 450 calorías de grasa, o alrededor de 50 gramos. Para poner esto en perspectiva, 3 onzas de pollo sin piel, horneado, tiene 4 gramos de grasa, mientras que 4 onzas de hamburguesa delgada tiene alrededor de 7. Una cucharadita de aceite tiene 4.5 gramos. Sí, una cucharadita. Por otro lado, en la mayoría de los casos, las frutas y vegetales tienen muy bajas cantidades de grasa.

Desequilibrar la balanza. 

Mientras que la grasa por sí misma no puede causar aumento de peso, una dieta alta en grasas, por definición alta en calorías, puede contribuir al sobrepeso y la obesidad. Debido a que la obesidad promueve la inflamación, crea un ambiente que promueve el crecimiento de y desarrollo de tumores. Los estudios vinculan la obesidad con varios tipos de cáncer, como el de esófago, pancreático, colo-rectal, de riñón, de endometrio, de vesícula biliar y de seno post-menopáusico.

Ciudad de Grasa: Poniéndolo todo junto. 

Así que, mientras que algunas grasas pueden prevenir el cáncer, otras grasas pueden ayudar a su crecimiento, y otras tantas son neutrales. Aquí la conclusión al tomar decisiones de alimentación sana:

Aumente las grasas omega 3.

  • Coma peces de agua fría dos veces por semana. Las porciones deben ser de 4 onzas. Pruebe el salmón salvaje (fresco o enlatado), atún, caballa, sardinas, hipogloso o trucha arcoíris salvaje. 
  • Incluya semillas de linaza, cáñamo, chía, y nueces en su dieta (ver la excepción para cáncer de próstata arriba). 

Disminuya su consumo de grasas omega 6.

  • Cocine con aceite de canola o de oliva. 
  • Revise las etiquetas nutricionales de aceites de maíz, girasol, soya y cártamo. Minimice el uso de estos aceites. 

Coma sólo carne animal baja en grasas.

  • El pollo y pescado son la mejor opción.  
  • Si ingiere carne roja, utilice cortes bajos en grasa y mantenga las pociones de 3 onzas (cocidas). Eso es como del tamaño de la palma de su mano. 
  • Opte por no ingerir proteína animal del todo, y pruebe los frijoles y tofu. 

Mantenga su Cuerpo Delgado

  • Mantenga su grasa corporal en un rango saludable a través del ejercicio y dieta.  
  • Vea www.myplate.gov para herramientas de evaluación y sugerencias de cambios de estilo de vida.

¿Tiene problemas haciéndolo solo? Los nutricionistas registrados pueden ayudarle a planificar su dieta alrededor de sus preferencias y gustos, problemas de salud, y estilo de vida. Algunas visitas pueden estar cubiertas por su seguro. Infórmese con su aseguradora.


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