Cómo manejar las náuseas durante el tratamiento contra el cáncer

¿Qué son las náuseas y cuándo ocurren durante el tratamiento contra el cáncer?

De todos los efectos secundarios temidos del cáncer y la quimioterapia, la náusea ocupa los primeros lugares. La náusea y el vómito provocados por el tratamiento contra el cáncer pueden ser uno de los efectos secundarios más difíciles de manejar, tanto para el paciente como para sus cuidadores. Lamentablemente, los efectos de la náusea y el vómito pueden ser tan graves que interrumpen actividades cotidianas normales como trabajar, cocinar, hacer ejercicio e incluso descansar. La náusea prolongada puede llevar a la pérdida de peso, deshidratación (especialmente si hay vómito), pérdida de masa muscular magra e incluso provocar interrupciones en los tratamientos de quimioterapia.

Los diferentes tipos de náusea

Existen varios tipos de náusea. Es posible que haya escuchado sobre la náusea y vómito inducidos por la quimioterapia, también conocidos como CIVN, mientras que la náusea anticipatoria, la náusea aguda o la náusea diferida pueden resultarle desconocidas. El tipo de náusea varía según los diferentes tratamientos de quimioterapia y la forma en que estos interactúan con su cuerpo.

La náusea anticipatoria ocurre antes de la quimioterapia misma, usualmente el día del tratamiento al despertarse, en camino al centro de tratamiento o al entrar a la clínica oncológica. La náusea anticipatoria puede ser tan intensa que muchas personas también experimentan vómito. Puede reducir esta sensación con técnicas de relajación, un excelente tema para discutir con su equipo de atención médica. Muchos hospitales y organizaciones contra el cáncer, como Gilda’s Club, organizan programas gratuitos de meditación o yoga suave para pacientes con cáncer. Considere unirse a un grupo de apoyo, ya que escuchar las experiencias de los demás y compartir las propias puede ser de gran ayuda. Los miembros del grupo comprenderán lo que siente y podrá hablar con una apertura que quizás no tenga con amigos y familiares. Realmente le ayudará, y allí también recibirá excelentes consejos e información.

La náusea aguda generalmente ocurre 24 horas después de su tratamiento de quimioterapia y puede ser tan intensa que también provoque vómito. La náusea aguda puede durar desde horas hasta días. Si su tratamiento de quimioterapia conlleva un riesgo de náusea aguda, asegúrese de tomar los medicamentos contra la náusea a tiempo para prevenirla. La náusea aguda es común con medicamentos de quimioterapia como el cisplatino, el carboplatino, la ciclofosfamida y la doxorrubicina.

La náusea diferida ocurre entre 1 y 7 días después del tratamiento y es más intensa entre las 45 y 72 horas posteriores. Es especialmente importante tomar sus medicamentos contra la náusea a tiempo y no omitir dosis si experimenta náusea diferida.

Asegúrese de monitorear los alimentos que consume y su peso, y comuníquese con su equipo médico si no puede dejar de vomitar, si su orina se vuelve de color marrón oscuro (una señal de deshidratación) o si está perdiendo peso.

Consejos para manejar la náusea relacionada con el tratamiento:

Si experimenta náusea, no sufra en silencio — hable con su equipo médico sobre medicamentos contra la náusea. Hay medicamentos eficaces que puede tomar antes y después de la quimioterapia para reducir el malestar, aunque pueden ser costosos si su seguro no los cubre. Asegúrese de seguir correctamente las instrucciones para obtener el máximo beneficio de sus medicamentos y de programar sus comidas en función de cuándo los medicamentos surtirán mayor efecto.
Cuando se sienta bien, prepare y congele algunas de sus comidas favoritas o las comidas que tolera bien cuando se siente mal. O si es posible, pida a alguien más que prepare y le lleve sus alimentos, para evitar los olores de la cocina, los cuales pueden ser realmente molestos. Es importante mantenerse bien alimentado, así que no dude en pedir lo que necesite a sus cuidadores o amigos. Ellos no sabrán a menos que se los diga. Asegúrese de que sepan lo que le gusta y sean sensibles a sus necesidades.
Recuerde la dieta BRAT. A menudo se recomienda para la náusea. BRAT es el acrónimo de Bananas (plátanos), Rice (arroz), Applesauce (puré de manzana), Toast (tostadas), todos alimentos conocidos por ayudar a pacientes con náusea, así que procure tener estos ingredientes en casa. Si siente náusea al despertarse, mantenga galletas saladas cerca de su cama para comer antes de levantarse y calmar su estómago.
Considere evitar sus alimentos favoritos. Puede parecer contradictorio, pero tratar de comer un alimento favorito cuando siente náusea puede hacer que le cause repulsión, una sensación que puede permanecer mucho tiempo después del tratamiento y arruinar su disfrute de ese alimento para siempre. En su lugar, procure consumir alimentos suaves y evite especialmente los alimentos picantes.
Olvide la idea de tres comidas completas al día. Puede ser demasiado cuando no se siente bien. En su lugar, enfoque en consumir de 6 a 8 comidas o refrigerios pequeños y densos en calorías a lo largo del día. Intente evitar quedarse con demasiada hambre o llenarse en exceso, ya que ambas situaciones pueden aumentar la sensación de náusea. Revise nuestra colección de recetas «Platos pequeños para poco apetito«. Trate de mantenerse sentado erguido mientras come y por al menos una hora después de comer. Esto aliviará la presión en su estómago y permitirá que su cuerpo digiera los alimentos más fácilmente.
Consuma alimentos fríos o a temperatura ambiente, como sopa fría o sándwiches. Los alimentos calientes pueden emitir olores más intensos que empeoran la náusea. Si esto resulta difícil, tome bocados de alimentos sencillos como galletas, fideos, yogur, avena o hielo.
Pruebe con líquidos fríos, sorbiéndolos lentamente. Si está teniendo problemas con el sabor, intente añadir sabores adicionales como menta o prepare una limonada con jengibre, té de jengibre, té de hibisco (jamaica) con jengibre, té de cúrcuma o té de hinojo, que serán refrescantes para su paladar y suaves para el estómago. Tenga una reserva en el refrigerador para consumir estas bebidas con facilidad. Asegúrese de separar sus líquidos de las comidas.
Procure evitar alimentos con olores fuertes, y alimentos pesados, grasos o muy aceitosos. Use métodos de cocción como el escalfado o la cocción en papel de pergamino para reducir los olores que puedan agravar su náusea. Ambos métodos pueden usarse para cocinar pescado, pero también para preparar pollo jugoso, lo cual le proporcionará proteínas para su recuperación.
No olvide el cuidado bucal. Enjuáguese la boca frecuentemente para eliminar los sabores desagradables. Aquí tiene una receta sencilla para un enjuague bucal que puede preparar con anticipación: mezcle 1 cucharadita de sal y 1 cucharadita de bicarbonato de sodio en 4 tazas de agua. Agite bien antes de usar y escupa tras enjuagarse.
A nivel práctico, la náusea puede empeorar con lociones, jabones, perfumes y ambientadores de olores intensos; es mejor evitarlos durante el tratamiento y pedir a quienes le rodean que hagan lo mismo.
Si experimenta vómito debido a una náusea intensa, asegúrese de consumir bebidas ricas en electrolitos para mantenerse hidratado. Monitoree su orina y aumente el consumo de líquidos; como se indicó anteriormente, comuníquese con su equipo médico si su orina se vuelve de color amarillo oscuro o marrón.

Controlando efectos secundarios: náusea

Nuestra fundadora, Ann Ogden Gaffney, creó esta lista de sus alimentos favoritos que mantenía a mano para ayudarla durante el tratamiento. Aunque ella insiste en algo importante: ¡coma o beba lo que le haga sentir mejor!