Una entrevista con médico trotamundos y analista de dietas.
Daphne Miller médico de familia y autora de The Jungle Effect: A Doctor Discovers the Healthiest Diets From Around the World. Por más de una década, su trabajo clínico y la escritura han explorado la relación entre la naturaleza, la medicina tradicional y la medicina occidental. Para su libro, Miller viajó alrededor del mundo incluyendo México, Camerún, Okinawa e Islandia, buscando una mejor comprensión de por qué algunos países son lo que ella llama «puntos fríos», lugares que tienen menores tasas de enfermedades crónicas modernas.
Ella habló con Marie Doezema de CFYL en San Francisco sobre salud, dietas y enfermedades.
¿Cuáles son algunos criterios sencillos para comer alimentos saludables y curativos?
Realmente me gusta animar a la gente a preparar su propia comida. Si las personas están preparando algo desde cero, obviamente eso es lo mejor. Pero si no es así, asegúrese de que los alimentos no tengan más de tres ingredientes y que todos los ingredientes sean alimentos completos en sí, algo así como ajo, sal y frijoles. Esas son reglas muy simples. Además, que la mayor parte de la comida contenga verduras. Si usted está comiendo carne, trate de pensar en ella como si fuera un acompañamiento. Piense en las verduras como un bufé ilimitado, puede comer de ellas tanto como quiera. Si usted se ha servido granos, carne, legumbres, verduras y todavía tiene hambre, vuelva y coma más verduras.
¿Cómo adapta sus recomendaciones de alimentación específicamente para los pacientes que están en tratamiento?
Un tratamiento contra el cáncer como la quimioterapia usa veneno dirigido a las células cancerosas que se dividen activamente, pero ninguno de los tratamientos son suficientemente específicos y en cierta medida pueden lesionar todas sus células. Así que lo que usted tiene que hacer es comer alimentos que ayuden a reparar sus células, alimentos ricos en fitonutrientes y antioxidantes. El consejo que acabo de dar sobre consumir muchas verduras aplica justamente aquí.
Dependiendo de la situación, si alguien tiene náuseas o no puede tolerar ciertos alimentos, se vuelve más complicado. Soy una gran defensora de los sabores cítricos y jengibre para ayudar a combatir las náuseas. Alimentos muy grasosos suelen hacer que la gente sienta más nauseas, así que mi consejo en general, es una alimentación más sana.
¿Cuál fue la inspiración para su libro The Jungle Effect?
Muchos pacientes a lo largo de los años me han dicho que ellos están tratando de cambiar sus vidas para lidiar con su peso o para tratar algún problema de salud crónica como la diabetes, enfermedades del corazón o para disminuir la probabilidad de recurrencia de un cáncer tratado previamente . El tema que he oído de muchos de ellos era que pasaron mucho tiempo leyendo acerca de tratar de comer sano y sin embargo nunca habían encontrado una manera de hacer realidad los cambios por sí mismos. Muchos de ellos habían seguido una dieta tras otra. Tal vez habían hecho una dieta por un tiempo, pero luego siempre parecían volver a los viejos hábitos. Esto realmente causó una profunda impresión en mí.
Al mismo tiempo, estaba la historia que una paciente me trajo sobre su experiencia personal. Ella estaba lidiando con varios problemas de salud crónicos: pre-diabetes y presión arterial muy alta. Ella también estaba luchando con depresión, una tiroides lenta y había aumentado de peso. Ella me dijo que iba a volver al pueblo de su familia en una parte muy rural de Brasil a orillas del Amazonas y pasar un par de meses allí. Mientras ella estaba allí notó que muchos de sus problemas de salud mejoraron, en verdad sin ningún esfuerzo intencional. Ella vino a verme con un desafío sencillo a simple vista: «Por favor, ayúdame a averiguar qué causó ese efecto en la jungla.»
Unos seis meses después terminé como voluntaria trabajando en un pequeño pueblo en una parte muy remota de Perú y los únicos alimentos de la zona eran cultivados localmente.
Esta fue una de las primeras veces en mi vida que estaba comiendo una dieta verdaderamente local y tradicional y viviendo un estilo de vida tradicional. Esa fue la primera vez que me di cuenta de que las recetas tradicionales ofrecen una dieta que no es una dieta de moda, inventada recientemente por un gurú de la salud o una súper modelo, sino que era una dieta que se ha transmitido y tiene un contexto emocional que yo creo que es muy importante.
¿Cómo se sintió usted en esta dieta?
Me sentí maravillosamente bien. Toda mi familia se sintió genial, con más energía, más claridad. Comenzó a hacerme sentir curiosidad acerca de las dietas alrededor del mundo que trabajan de la misma manera. Me interesé especialmente en lugares donde todavía habían tasas muy bajas de las enfermedades crónicas que veo todo el tiempo en mi práctica regular: enfermedad del corazón, diabetes, cáncer de seno, depresión, cáncer de colon, cáncer de próstata. Visitando esos lugares durante par de años identifiqué algunos de los lugares en el mundo que yo llamo «puntos fríos», lugares con bajas tasas de enfermedades crónicas. Viajé a ellos y pasé el tiempo aprendiendo sobre los diferentes tipos de personas: los agricultores, cocineros, epidemiólogos, médicos, cocineros caseros, todos los implicados en el acto de cocinar y comer. Ese es mi libro en pocas palabras.
¿Estos «puntos fríos» tienen algo en común?
Encontré que muchas recetas en estas áreas y las combinaciones de alimentos, tenían poder curativo dentro de ellos. Por ejemplo, las comidas en la isla griega de Creta combinan una gran cantidad de alimentos ricos en hierro como verduras silvestres con cítricos o alimentos fermentados como el yogur. Resulta que esos alimentos ácidos o alimentos fermentados en realidad ayudan aumentar la absorción del hierro. Los tomates se cocinan a menudo con aceite de oliva y resulta que el aceite de oliva es muy bueno en la liberación de antioxidantes como el licopeno.
¿Así que deberíamos estar comiendo lo que comieron nuestros antepasados o debemos escoger y elegir entre diversas culturas?
La respuesta es sí y no. Hay investigaciones actuales que demuestran que en realidad podemos tener ciertas bacterias en nuestro intestino que ayudan a digerir los alimentos específicos que nuestros antepasados han comido durante siglos. Por ejemplo, los japoneses tienen un cierto tipo de bacterias intestinales que no se encuentran en otras culturas, que les ayuda a obtener los nutrientes de las algas marinas. Esto probablemente ha sido transmitido por sus antepasados después de haber comido algas por muchas generaciones. Creo que este es un argumento que hacer para retomar nuestras dietas tradicionales, pero en este punto la mayoría de nosotros somos una mezcla. Somos resultado de una mezcla de diferentes etnias y orígenes genéticos, así que yo pienso que cualquiera de estas dietas van a ser mejor para nosotros que la dieta americana estándar de alimentos altamente procesados.
¿Es el proceso de cocinar también parte de la curación?
Sí, pero cocinar es sólo una parte de toda la experiencia de la comida. Y no es sólo el sabor y el valor nutricional, sino también con quién se come, la conversación, la ubicación. Todas estas cosas pueden en verdad cambiar la manera en que los alimentos interactúan con su cuerpo. Se ha demostrado que cuando uno come sólo puede haber una especie de comer inconscientemente y uno tiende a comer más. Si uno come con otros o en un entorno familiar y tiene más sabores y una mayor diversidad de alimentos en la mesa, es posible que uno coma menos y disfrute más.
Pero, por supuesto, la cocina en sí, el acto de preparar comida amorosamente, es una parte muy importante de nutrirse a sí mismo. Me preocupan mucho los pacientes que me dicen: «Esto esta todo muy bien, pero usted tiene que decirme cómo comer bien sin necesidad de preparar mi propia comida. Quiero averiguar qué puedo comprar o que me pueden traer hasta mi puerta». Eso puede funcionar por un tiempo, pero luego con el tiempo la gente tiende volver a sus viejos hábitos. Si usted se está preparando su propia comida y conectando con los miembros de su familia mientras cocina, es mucho más probable que el cambio sea duradero.
Más Sobre la Dra. Miller
La Dra. Miller, graduada de la Escuela de Medicina de Harvard, actualmente trabaja como médico de atención primaria para pacientes en Wholefamilymd, una práctica integradora familiar en San Francisco. Ella también enseña nutrición y medicina integrativa en la Universidad de California en San Francisco y da conferencias a nivel nacional e internacional sobre temas relacionados con la alimentación y la salud. Además de la práctica de la medicina y la enseñanza, la Dra. Miller colabora con una columna para la sección de salud del Washington Post. Las entrevistas y los perfiles que ofrece la Dra. Miller han aparecido en una amplia variedad de publicaciones impresas y en Internet que incluyen Vogue, Health Magazine, O Magazine, Gourmet, The New York Times y el San Francisco Chronicle.
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