Oh, Miel

Por Fiona Breslin

Como se evidencia en su presencia en productos tan diversos como la pastelería, jabones y lociones, algo en la miel simplemente dice suave y sedoso. En la cocina, comúnmente es utilizada para untar en pan tostado o una alternativa al azúcar cuando se cocina, hornea y se endulza el café o el té. Es perfecta para el dolor de garganta en una taza hirviendo de té con limón o en un día gris de invierno durante el tratamiento. La miel viene en una variedad de colores y sabores, desde robusta a dulce, dependiendo de las flores de las que las abejas que la produjeron tomaron el néctar.

El American Institute for Cancer Research (AICR) reporta que la miel provee trazos de vitaminas, antioxidantes y minerales. Los estudios también sugieren que la miel contiene fitoquímicos naturales que pueden aumentar la actividad antioxidante en la sangre.

En la medicina natural, la miel ha sido considerada por tener propiedades anti-fungales, anti-bacteriales y anti-inflamatorias, al igual que efectos anti-alergénicos debido al hecho que la miel local contiene polen de plantas locales. Mientras que estas consideraciones no han sido comprobadas, no hay discusión en cuanto a que la dulzura de la miel es inigualable.

Consejos del chef

El sabor de la miel varía ampliamente con las flores que visitan las abejas, desde la flor de naranja perfumada y la miel de tupelo hasta el alforfón fuerte y casi arbolado. Intente probar los diferentes tipos para encontrar sus favoritas. Lo mejor es buscar Miel Orgánica USDA o, cuando sea posible, comprar miel producida localmente. De esta forma usted sabrá que su miel viene de abejas que tomar néctar de flores y que no fueron alimentadas con agua azucarada, como aparentemente pasa con algunas de las marcas comerciales más baratas. La miel no tiene que refrigerarse y se mantiene indefinidamente; sin embargo, mientras más tiempo se almacena, más probable es que se espese y cristalice. Si esto pasa, igual es consumible. Como con todos los azúcares, utilice la miel con conciencia.

A pesar de que la miel está disponible en varias formas, incluyendo en panal y en crema, la miel líquida es la mejor para cocinar. Si su miel se ha endurecido, colóquela en un bol con agua caliente para suavizar de nuevo. Recuerde que la miel es mucho más dulce que el azúcar, así que sea prudente. Para algo sencillo, intente un poco de miel caliente como glaseado para vegetales rostizados como las chirivías y zanahorias. O rocíe miel sobre un postre sencillo, como en las manzanas horneadas con romero y miel o las dulces y ricas peras con queso y miel. Para hornear, utilice alrededor de ½ taza de miel por cada taza de azúcar que se requiera sustituir en la receta y reduzca todos los líquidos en 3 cucharadas. La miel se dora más rápido que el azúcar, así que probablemente tenga que disminuir la temperatura un poco también.