¿Ha pensado en hacer un cambio de estilo de vida saludable, pero no sabe por dónde empezar? Considere fijarse una meta SMART para centrar sus esfuerzos y prepararse para el éxito. SMART por sus siglas en inglés significa:
- Específica: esto suena obvio, pero las metas específicas responden a estas dos preguntas: ¿qué se debe lograr? y ¿qué pasos se deben tomar para lograrla?
- Piense en la frecuencia y el momento en que quiere trabajar para lograr su meta (ej., una vez al día, dos veces a la semana, varias veces al mes), el lugar en el que podría trabajar en ella (ej., en casa, en el trabajo) y con quién (ej., por su cuenta, con familiares o amistades).
- Medible: cuando incorpore métodos para realizar un seguimiento de su progreso, esto le ayudará a darse cuenta si está cumpliendo con su plan, además de reforzar el punto anterior. Si ha pensado con qué frecuencia, dónde y con quién está trabajando en una meta, esto le ayudará con el seguimiento.
- Alcanzable: quédese con intenciones que sean realistas para que logre el éxito. Piénselo de esta manera: ¿cuál es un pequeño cambio que puede hacer ahora para ayudarle a alcanzar algunas de sus metas a largo plazo?
- Relevante: sus metas deben ser significativas para usted y alinearse con los objetivos a corto o largo plazo que pueda tener para usted y para su salud.
- De plazo definido: incluir una fecha límite es importante para que las metas sean alcanzables.
Para poner esto en contexto, un propósito como «comer sano» o «hacer más ejercicio», aunque son buenos planes, no son metas SMART. Están vagamente definidos y no tienen un sentido de urgencia, por lo que no será facíl identificar si tiene éxito en el logro de estos propósitos. Sin embargo, puede convertirlos en metas SMART al añadir más detalles para definir claramente su plan. Algunos ejemplos de metas SMART que pueden ayudarle a trabajar hacia una dieta o estilo de vida saludable incluyen:
- Comer una proteína de origen vegetal (frijoles, lentejas, tofu) en lugar de carne, dos veces por semana.
- Agregar 1 taza de verduras a su plato a la hora del almuerzo, el sábado y el domingo.
- Llevar con usted una manzana y nueces para el refrigerio de la tarde, cuatro días a la semana.
- Caminar a paso ligero durante 20 minutos todos los lunes por la mañana.
- Programar un temporizador o recordatorio para tomar un descanso de estiramiento de un minuto después de haber pasado media hora en su escritorio.
Construya su propia meta SMART
Comience por pensar en un cambio positivo en su estilo de vida que le gustaría hacer. ¿Hay algún aspecto que pueda agregar a su rutina que le ayude a formar este nuevo hábito?
Una vez que haya establecido una meta, es importante tenerla presente de forma constante. Revísela cada dos o tres días para saber cómo va. A muchas personas también les resulta útil contar con alguien o con un grupo que respalde sus cambios y las responsabilice. Esta es una excelente razón para involucrar también a sus amistades o familiares en el proceso de planificación.
Al final de cada semana o al final del mes es un buen momento para evaluar las metas anteriores o pensar en unas nuevas. Una vez que alcance una de sus metas SMART, esta se puede convertir en un hábito saludable que puede usar como base; y a medida que aumente su confianza para alcanzar sus metas SMART semana tras semana o mes a mes, estará en el camino correcto para alcanzar metas más grandes.
Si le resulta difícil crear una meta que sea alcanzable, intente comenzar poco a poco. Por ejemplo, si su meta SMART era comer cinco porciones de verduras todos los días, pero sintió que era demasiado arduo, considere cambiar su meta para la próxima semana a dos porciones de verduras cinco días a la semana durante la cena con su familia. Mantenga esta meta por un tiempo hasta que se vuelva parte de su rutina.
Por último, tómese el tiempo para celebrar sus logros cada semana y practique autoamabilidad si se desvía de su objetivo. Lograr cambios duraderos no es tarea fácil, requiere tiempo y compromiso. Recuerde el «por qué» detrás de sus objetivos para mantener la motivación y seguir adelante.
¿Quiere empezar o necesita inspiración? Tenga en cuenta la meta de sustituir la carne por una proteína de origen vegetal para lograr un “lunes sin carne”. Estas comidas llenas de proteínas y ricas en fibra pueden servirle de inspiración.
Jenn Dearden es una dietista registrada con experiencia en cocina profesional. Jenn se desempeña como redactora y editora de contenido en Cook for Your Life.
Reviews & Comments
Aún no hay reseñas.
Deje una receña o comentario